Por años se ha ido instaurando el uso de tecnología en el aula, aún más desde la emergencia sanitaria por la pandemia, lo anterior es porque muchas instituciones se vieron obligadas a realizar clases remotas o hibridas. Entonces, la utilización de tecnología se hizo aún más necesario en las aulas presenciales y virtuales.
Pero, ¿qué se debe tener presente a la hora de aplicar tecnología en el aula? En esta publicación mostramos factores de éxito y de fracaso a tener en cuenta con respecto al uso de tecnología en el aula.
Factores de éxito: Poseer y transmitir objetivos claros sobre el uso del recurso: Como medio didáctico para potenciar las clases. · Como medio didáctico para fomentar el desarrollo de habilidades del siglo XXI. · Para educar en el uso responsable de las TIC. Etc. La consistencia en el uso del recurso mejora el compromiso de los estudiantes.Factores de fracaso: No poseer un objetivo claro para el uso del recurso, “usar por usar”, sin consistencia. Lo que provoca que los estudiantes (y docentes) no le vean sentido al uso del recurso y no adquieran compromiso.Factores de éxito: Uso constante y sistemático del recurso, así estudiantes (y docentes) se sienten más familiarizados y comprometidos con el uso del recurso. | Factores de fracaso: Utilización esporádica y/o arbitraria del recurso. Factores de éxito: Delegar parte del proceso al recurso utilizado, otorgando espacio a los estudiantes para que desarrollen autonomía. | Factores de fracaso: Mantener un sistema rígido y unidireccional, donde no hay espacio para el desarrollo de autonomía en los estudiantes.Factores de éxito: Los recursos potencian las tareas y capacidades de los docentes. | Factores de fracaso: Los recursos dificultan las tareas de los docentes, ya sea porque no los dominan u otros factores del contexto de la comunidad educativa. Factores de éxito: Apoyo de la institución, trabajo colaborativo entre docentes y otros miembros de la institución. | Factores de fracaso: Ausencia de apoyo, el o la docente se ve obligado a “trabajar solo”.
¿Te fue útil esta publicación? No dudes en compartirla con otros docentes o estudiantes.
Aprende a enseñar la habilidad matemática de modelar con actividades prácticas, estrategias por nivel y claves para evitar errores comunes. Descubre cómo diferenciarla de representar, evaluar su proceso y conectar las matemáticas con situaciones reales para potenciar el pensamiento crítico y creativo de los estudiantes.
Cuando enseñas matemática, seguramente te enfrentas a una pregunta que va más allá de los contenidos: ¿cómo lograr que tus estudiantes, además de resolver ejercicios, comprendan profundamente lo que hacen, justifiquen y comuniquen con claridad sus ideas y aprendan de otros? En este desafío, la habilidad de Argumentar y Comunicar se vuelve fundamental. No es una habilidad más del currículum; es una forma de pensar, de construir conocimiento, de dialogar con las ideas propias y ajenas.
¿Has notado que algunos estudiantes pueden resolver un problema con números, pero se confunden cuando deben usar diagramas o tablas? Esto puede estar relacionado con una habilidad fundamental en el aprendizaje matemático: la habilidad de representar. En este artículo te explicaremos qué significa representar en matemáticas, por qué es clave para desarrollar el pensamiento matemático, cuáles son los errores más frecuentes de los estudiantes y cómo enseñarla de manera efectiva en el aula.