La escalera de la metacognición nació a partir del libro “El aprendizaje basado en el pensamiento” de Robert J. Swartz y otros autores. La premisa del libro es: cómo desarrollar en los alumnos las competencias del siglo XXI.
1. ¿Qué he aprendido? 2. ¿Cómo lo he aprendido? 3. ¿Qué me ha resultado más fácil o más difícil? 4. ¿En qué otras situaciones puedo utilizarlo? La metacognición es la capacidad de una persona para reflexionar, comprender y regular su propio aprendizaje. La escalera metacognitiva es una herramienta que propicia la reflexión en los estudiantes sobre su propio pensamiento. A través de esta, los estudiantes reflexionan sobre lo que han aprendido, cómo lo han hecho, qué les ha parecido más fácil o más difícil y para qué les sirve. El que los estudiantes reflexionen sobre su forma de pensar les proporciona información valiosa que les ayudará en el futuro a controlar y transformar sus procesos de pensamiento para aprender de forma más consciente y eficaz. La escalera metacognitiva suele utilizarse como herramienta de autoevaluación y, también, como actividad en el momento de cierre de las clases.
Si bien las preguntas o cantidad de escalones de la escalera metacognitiva pueden variar, dependiendo de quienes y en el contexto que se utilice. Su objetivo es impulsar la reflexión de los estudiantes sobre su propio pensamiento y la manera en que aprenden.
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Lograr que los estudiantes se mantengan motivados durante el año escolar es uno de los mayores desafíos del aula. Más aún cuando se enfrentan a rutinas exigentes, contenidos poco significativos para ellos o presiones externas como evaluaciones o expectativas familiares.